martes, 11 de noviembre de 2025

Inciso cinematográfico: "Der Fuchs" ("El zorro"), película dirigida en 2022 por Adrian Goiginger.

  Pequeña película austriaca de 2022, dirigida por Adrian Goiginger, con un guion basado en una historia de su bisabuelo, reclutado por la Wermacht en los inicios de la Segunda Guerra Mundial. Digo "pequeña" por su presupuesto, por sus aspiraciones tanto en público como en crítica, pero, en mi opinión, es una película que muestra la grandeza del ser humano. Grandeza que se expresa en pequeñeces, ahora explico.
Imagen tomada de la página web www.filmaffinity.com
 Antes de nada, diré que, técnicamente, la cinta es intachable. La fotografía, por ejemplo, es excelente, al principio rodada en Salzburgo, el resto en Alemania, mostrando unos paisajes maravillosos que contrastan vivamente con la dureza de la vida infantil y juvenil de Franz Streitberger. La música, firmada por el compositor alemán de origen iraní, Arash Safaian, engarza perfectamente tanto con los momentos más estresantes como los más ensoñadores de la película. Por último, el elenco actoral, encabezado por el joven austriaco Simon Morzé, cumple sobradamente con las expectativas, creando personajes verosímiles y coherentes.
 Se narra la dura infancia de Franz Streitberger, de familia campesina, quienes tienen que vender poco menos al niño Franz a un rico granjero para que trabaje en sus tierras. Con la mayoría de edad, Franz es liberado de su cautiverio laboral y se encuentra sin hogar, sin trabajo y sin dinero en la calle. En esa situación, a Streitberger no le queda otra que alistarse en el ejército, aunque sea sólo por la cama y la comida. Ya como cabo, Streitberger se encuentra, paseando un día a las afueras del cuartel, con una zorra que ha caído en un cepo; su cachorro todavía está a su lado. El joven militar acogerá al cachorro, lo alimentará y cuidará hasta que llegue a adulto, por improbable que esto parezca que se pueda hacer mientras se vive en un cuartel. Cuando la unidad a la que pertenece Streitberger recibe órdenes de avanzar hacia Francia, el zorro sigue a su dueño/amigo. Ya en la Francia ocupada, el protagonista inicia una difícil relación (difícil por la barrera idiomática y por la diferencia de caracteres) con una joven campesina francesa. 
Imagen tomada del sitio www.szene-hambur.com
 En fin, es una película que habla de sentimientos en un momento de guerra y brutalidad. Los sentimientos rotos de un niño que es separado a la fuerza de su familia y puesto a trabajar, experiencia traumática que lo marca indeleblemente; carencias afectivas que el joven vuelca en el cachorro de zorro al que cuida como nunca nadie lo cuidó a él; sentimientos, en el caso de la joven francesa, de soledad que tiene que ser solucionada... Todos estos sentimientos se muestran en la pantalla, sin ninguna cursilería o ñoñería, sino como necesidades humanas (y animales) que deben cumplirse para poder llevar una vida digna.
 Por eso digo, es una pequeña gran película. Merece la pena verse, aunque estuvo, claro está, fuera de los grandes circuitos cinematográficos que están copadas por superproducciones de superhéroes y demás estupideces. Una película que lo reconcilia a uno con la vida y con la humanidad. O, al menos, con una pequeña parte de ésta.