Séptima novela de siete que se han publicado en castellano del autor milanés. Mismos temas (la soledad, la identidad individual, las relaciones familiares, todo en unos parámetros naturales extraordinarios), misma prosa periodística pero cuidada y con calidad, mismos personajes solitarios y perdidos. Es una suerte, en este mundo editorial marcado por la búsqueda del beneficio rápido y cuantioso, que autores jóvenes como Paolo Cognetti publiquen con éxito tanto de crítica como de público. Principalmente porque Cognetti es un rara avis en la mediocridad monocroma de la actualidad; diría que tiene más de asceta que de simple admirador de la naturaleza, y eso, en esta sociedad mercantilizada de usar y tirar, es una excepción. Por supuesto, su prosa no podía ser la propia del siglo XIX, es un hombre nacido a finales del XX y tiene que rendir pleitesía a su época, pero mantiene esa calidad que facilita su lectura a quien busca algo más que basura comercial.
En el valle es la historia de dos hermanos, Alfredo y Luigi, que vuelven a retomar la relación tras el suicidio de su padre. Son, claro, antítesis el uno del otro: Alfredo "huyó" a Canadá donde sobrevive conduciendo camiones para una empresa maderera, es pendenciero y conflictivo; Luigi permaneció en Valsesia (en los Alpes italianos) donde se convirtió en agente forestal y espera un bebé. La razón por la que el primero ha vuelto a Italia es que su hermano quiere quedarse con la cabaña (baita en dialecto lombardo) que fue de su padre. Parece ser que los agentes forestales italianos tienen algún tipo de competencia policial, a diferencia de los de aquí, porque cuando Alfredo, en una alocada noche de bebida y apuestas, descalabra a un tipo con su hacha será su hermano Luigi quien tenga que detenerlo.
Pero el argumento es secundario. Paolo Cognetti tiene una narrativa límpida, pulcra y poética, tanto que casi cabría clasificarla como prosa poética. La naturaleza inalcanzable en su belleza atemporal, como contrapunto a la cotidianeidad apresurada de los hombres se siente en cada párrafo del escritor italiano.
A la vez que narra la difícil relación de los dos hermanos, se cuenta la existencia en el valle de un animal que está matando a los perros. Se trata de un híbrido de perro y lobo que mantiene la apariencia del animal domesticado y el comportamiento del salvaje. La dualidad siempre está presente, pues.
En esta ocasión, Cognetti incluye una nota en la que explica cómo le influyeron determinados autores estadounidenses, principalmente Raymond Carver, así como músicos que adaptaron sus textos. Sin embargo, aunque reconozco que he leído poco de Carver (y lo que leí no me gustó nada) encuentro muchas diferencias entre ambos: Carver es un narrador de submundos de clase obrera, frecuentemente empapada en alcohol, gentes sin futuro, sin miras y sin ambiciones, lo que se ha dado en llamar "realismo sucio", frente a ello, las novelas de Cognetti presentan el marco natural de la montaña como una redención de todos los defectos y miserias humanas.

